8 de octubre de 2024

Gilmour en Roma

 Una crónica de una fugaz visita a Roma para verlo al bueno de David Gilmour

Conciertos históricos. Aunque esta gira esté compuesta por 21 o quizás más shows, y quien escribe apenas presencia uno, los retornos de los grandes históricos del rock del siglo XX se catalogan de conciertos históricos para toda esa amplia generación de personas que crecimos escuchando y viviendo momentos cotidianos con esa música, pero que asistimos a ella pocas o ninguna vez en nuestra mundana vida.

Por Agustin Natansohn, para los amigos de la vida y el mundo

Sabiendo que se trata de los últimos estertores de grandes artistas del siglo pasado, los retornos de esta segunda década del siglo XXI tienen una cuota de nostalgia anticipada. Disfrutamos del hecho de estar vivos para presenciarlos, y de que ellos estén vivos para poder seguir regalándonos su música.

3/10/24 - Interpretando Fat Old sun - Foto del autor
En el caso particular de David Gilmour, guitarrista de la mítica banda Pink Floydsu recorrido profesional en esta época de retornos está mojonada con tres producciones solistas, que en el espacio de nueve años entre cada una de ellas, nutren su repertorio en vivo junto a algunos clásicos del grupo: On an island (2006), Rattle that lock (2015), y el presente Luck and strange (2024). No es un hecho menor destacar esto. A diferencia de otros artistas históricos que aprovechan cada año (o cada lustro, según el caso) para acrecentar sus arcas con giras mundiales, los tours de Gilmour siempre estuvieron en sintonía con sus nuevas producciones musicales, algunas discretas pero siempre a la altura del grande del que se trata, y de su vocación de compositor en constante creación. De manera que quienes ansiaban verlo a lo largo de los años, han debido siempre esperar ciclos de nueve años para verlo en acción.

La gira de su último álbum Luck and Strange, lógicamente más breve y acotada que todas las precedentes dada su avanzada edad (78), fue anunciada  el pasado mayo con shows en Roma, Londres, Los Ángeles y Nueva York. El único sitio escogido en Europa continental, que también es el único recinto al aire libre de los cinco que componen el tour, es el Circo Massimo, ubicado en la capital italiana, Roma.

ATENCIÓN – Esta crónica pretende rescatar algunos aspectos personales, sociales  y organizativos del evento. Quien desee leer una evaluación musical le recomiendo que visite los tantos comentarios existentes en youtube. Mi experiencia está condicionada por quien soy, sorry.

Cuando me enteré de esta gira de conciertos, en el mes de Junio de 2024, el sitio web oficial para la venta de entradas en Roma -ticketone.it- ya daba Sold Out para las seis fechas. ¡Las ventas habían ocurrido en Mayo! Me había enterado un poco tarde de que el viejo Dave estaría devuelta sobre las pistas.

Así lucía el coliseo la noche posterior al recital - Foto del autor

No obstante, jamás se me pasó por la cabeza no asistir. Estuve siempre dispuesto a viajar hasta Roma dos o tres noches sin entrada a ver qué podía surgir de merodear los contornos del lugar. Al final no hizo falta, ya que, ingresando al sitio día tras día, fui descubriendo no sólo que estuvo disponible para la compra un asiento en la fila ¡6!, sino que algunos días incluso se liberaban bloques enteros de asientos. Llegué a contar 107 asientos disponibles cierto día. Si esto les resulta curioso sigan leyendo que volveré sobre esto más adelante.

Cuestión que teniendo ya asegurada mi entrada, los días previos me avoqué a alguna serie de movimientos precompetitivos, ejercicio frecuente cuando uno tiene una cita con la historia (al menos con la de uno). El primero fue escuchar intensivamente el nuevo disco. Es discreto, suena muy bien, y tiene entre sus puntos salientes la inclusión creativa de su hija Romany, que la acompaña vocalmente y ocupa un lugar protagónico en el tema Between two points, un cover de una canción de los noventa del dúo Montgolfier Brothers (¿quizás el único cover en la historia de este artista?). El blues que da nombre al disco no me dice mucho, y la inclusión de pistas de teclado del difunto Wright (tecladista de Pink floyd, para quienes no saben) me suena más a una excusa comercial que a una necesidad creativa.

Placa que anuncia todas las fechas del tour


Otro movimiento preliminar fue estudiar la locación. El uso contemporáneo del Circo Massimo tiene una larga tradición en la congregación de personas. Desde su recuperación como espacio público, en la década del 30, fue aprovechado como recinto para eventos públicos, benéficos, y recitales de todo tipo, estos últimos frecuentes aquí desde la década del 70 hasta la actualidad. Entre los que me gustaría destacar aparece la gira de Génesis del 2007, ya que allí se filma When in Rome, y apariciones de los también británicos Rollings stones y Roger Waters. En la gira anterior de Gilmour, la de Rattle That Lock, se presenta en este recinto los días 2 y 3 de Julio de 2016.

El organizador del evento, responsable también de algunos de los shows anteriormente mencionados que tuvieron lugar en este mismo Circo Massimo, es la firma D´alessandro & Galli. Lo menciono porque más adelante este dato cobrará importancia.

Por último regué mis noches precedentes con la relectura del único libro que a mi entender vale la pena leer acerca del fenómeno tan particular que fue Pink Floyd, como es Dentro de Pink Floyd, del baterista del grupo, Nick Mason, aparecido en el año 2004. (En inglés es publicado como Inside Out: A Personal History of Pink Floyd).

¿Por qué digo que fue un fenómeno particular? Porque trasciende la música. Este grupo fue innovador en todo, no sólo en la música. La lectura del libro fue una buena oportunidad para refrescar algunas nociones generales de porqué este grupo fue, para la historia de la cultura del siglo XX, algo más que una banda de rock.

Principalmente, y sobre todo para no extender en demasía este artículo, se puede decir que la preocupación fundacional del grupo por ofrecer un espectáculo integral (experiencia visual, experiencia sonora, y en algunos casos también física), y la constancia del grupo en mantener esta premisa a lo largo de los años, lo ha llevado superar barreras inimaginables. Existe también el factor idoneadad/suerte. El contrato con la EMI acaecido en 1968, producto quizás de los contactos adecuados en el lugar indicado de la historia, en el momento indicado, hicieron que el grupo adquiriera rodaje permanente desde un año después de su gestación, y tuviera a disposición toda una estructura creativa y económica que le posibilitó desarrollarse como tal. Y de ahí para adelante. Pero estos muchachos no se contentaron con la fama y el dinero. No se cansaron en reinvertir estos recursos en búsqueda de nuevos horizontes creativos, y eso es lo que en definitiva les confiere la grandeza y la importancia que, en perspectiva, terminan obteniendo para la posteridad, si de historia de la cultura del siglo XX se trata.

De esa preocupación por el espectáculo integral de un grupo de estudiantes de arquitectura que de música tenían más ganas de triunfar que técnica, sale una empresa creativa que irá acrecentándose con los años, sin dejar nunca de invertir en equipamiento, en sonido, en experimentos, en viajes, en extensas giras y equipos de apoyo. Incursiones con el teatro, la opera, y contactos con el cine, son las que enriquecen el arte que realza el intenso trabajo en estudio de este grupo creativo. 

Sin Waters desde 1985, y potencialmente inactivo desde 1995 descontando esporadicos regresos, el grupo como tal no existe más. Cumplió un gran ciclo y pasó a la historia. No obstante, parte de esta magia, parte de esta preocupación por el espectáculo integral, puede todavía percibirse y disfrutarse en los shows solistas de Gilmour y de Waters. Motivo por el cual asistir a Roma tenía una connotación totalmente especial.

3/10/24 Interpretando High Hopes - Foto de autor

*    *    *

Desde hace un año vivo en Bérgamo trabajando en un café. Es una mediana ciudad italiana del norte, a 45 kilómetros de Milán. Como todos los que formamos parte del rubro gastronómico, pedir un día del fin de semana es casi imposible, reservado solo para causas de fuerza mayor. Afortunadamente, observé que las fechas elegidas por Dave eran un viernes, un sábado, un domingo, un martes, un miércoles y un jueves. Usualmente suelo tener día libre los jueves, y coincidía justo con la última presentación de las seis. Pensé que sería buena idea entonces elegir por esa fecha, el 3 de octubre, que además sería la última, con todo lo que eso implica: el sonido llegaría ya afinado, Dave ya estaría canchero con el asunto, y si hubiera algún bis extra u alguna aparición estelar, quizás ocurriese en esa última jornada. Por lo tanto mi plan fue ir hacia Roma en un tren de alta velocidad a las 14 hs del mismo jueves, para llegar alrededor de las 18 hs al Circo Massimo, disfrutar del evento, y luego de una caminata nocturna, tomar el primer tren matutino del viernes para regresar a Milán antes del mediodía, llegando a Bergamo hacia mediodía para una nueva jornada laboral.

Mientras terminaba la lectura del libro de Nick, y si bien ya tenía en mi poder la entrada para el jueves 3, entré casi a diario (y en algunos casos más de diez veces al día) al sitio Ticketone. No intenten entender porqué. Mi curiosidad, mi pasado como productor de eventos, mi instinto, son cosas que juntas forman algo obsesivo y extraño que no tiene explicaciones. Soy un obstinado coleccionista de informaciones sin una utilidad concreta. Me llamó mucho la atención ver tantos asientos disponibles. La mayor parte de las veces a la madrugada ¿Existen personas que compran sistemáticamente todo un bloque de plateas y luego si no se venden las devuelven? ¿Son las mismas personas que, cuando hay sold out, venden entradas a 600 euros, casi el triple de su valor original? ¿Lo saben los organizadores y no hacen nada?

A medida que se fueron sucediendo los primeros shows, fui mirando videos, leyendo crónicas y comentarios de cómo se iba desarrollando todo. Muchas cosas positivas, algunos comentarios quejumbrosos sobre la ya resentida voz de Dave, y algunas perlitas: el domingo, cuando debía tocar su lap steel para iniciar el solo de High Hopes, el instrumento no emite su sonido. Operario que soluciona, una vuelta más y asunto solucionado. Otros se quejaron de que las cámaras que filmaron los conciertos (días 1 y 2, y finalmente también el 3) se encontraban justo por delante de sus asientos.

Con estos puntos positivos y con el miedo a encontrarme delante de un cameramen, empiezo a observar ya desde 4 días antes que se vislumbraba lluvia para el día jueves. Teniendo ya experiencia en la necesidad de momentos al aire libre sin lluvia (he organizado en el pasado festivales al aire libre), supe al instante que era aún muy pronto para alarmarme. Empecé a cambiar mi hábito de inspección de Ticketone por el de sitios como Windguru, Accuweather y todos los sitios meteorológicos. En dos días, los augurios de una ligera lluvia pasaron a convertirse en la posibilidad de un aguacero antológico para la tarde del jueves. Milagrosamente, todos los pronósticos daban fin a la lluvia exactamente para la hora del evento (21 hs).

El lluvioso mediodía del jueves finalmente parto en tren desde Bergamo hacia Milán, adonde también llovía, para luego iniciar el trayecto hasta Roma. El tren se demoró más de una hora por motivos que desconozco, llegando a la capital italiana pasadas las 19 horas. Llovía bastante pero aún no podía certificarlo en persona, ya que sin salir a la intemperie tomé el Metro en Termini hasta Circo Massimo. Al bajarme del llenísimo vagón empezó para mí la experiencia Gilmour 2024.

*    *    *

Cientos de personas con camisetas y buzos de Pink Floyd se encontraban en la parte interna de la estación de metro Circo Massimo. No es un espacio muy grande, consiste sólo en un puñado de metros cuadrados entre el andén y los molinetes, y entre éstos y la escalera de azulejos blancos que te deposita directamente sobre la Viale Aventino. Lo que entendí inmediatamente es que toda esa gente estaba apiñada ahí porque afuera llovía escandalosamente. Me costó casi tres minutos poder superar la aglomeración de personas. Afortunadamente todas tenían un semblante muy alegre, muchas estaban fumando o bebiendo algo. En esencia, el típico ambiente pre-recital.

El hecho de haber recién llegado a Roma me impidió quedarme esperando allí. Quería entrar al recinto lo antes posible. Ver cosas. Permanecer en él todo el tiempo que pudiese, estuviera lloviendo o no. Así que crucé la mencionada avenida hacia la intersección con la Via del Circo Massimo, aquella adonde según mi ubicación debía dirigirme para entrar.

Quienes gastamos algo de plata en una entrada esperamos, cuando llegamos a un recital, que haya un mínimo de control e infraestructura que vuelva meritorio el hecho de haber pagado. Posiblemente las cinco noches anteriores eso haya sido así. Pero no era así esta noche. El diluvio le quitó seriedad al ingreso. Podría haber pasado con una hoja A4 en blanco que daba lo mismo. Una vez superados dos gazebos de control era necesario descender una no tan grande escalinata antigua que te conduce directamente hacia la parte baja del Circo Massimo, una suerte de cavidad alargada en forma de U. La escalera era más que nada una catarata, y desde allí hacia el siguiente control había unos 30 metros de charcos que había que sortear con especial cuidado.

Una vez adentro, decidí comprar una remera por un motivo muy particular que no contaré ahora para no extenderme. Me costó bastante hacerlo ya que con una mano debía sujetar el paraguas. Después me dirigí a mi asiento, notando con desilusión que no había ningún tipo de control en todo el campo. Cualquiera podía sentarse adonde quisiera, sea en primera fila o en la última, corriendo obviamente con el riesgo de encontrarse con la persona que hubiese comprado ese asiento, pero dejando también a la suerte la posibilidad de ocupar un asiento privilegiado sin haber pagado por él. Antes del show, la empresa organizadora que ya cité pero lo vuelvo a hacer, D´alessandro & Galli, se ocupó de enviar emails a todos los adquirientes de entradas, avisando que las columnas 1 a 48 debían ingresar por la Via del Circo Massimo, y de la 49 a la 96 por la Via dei Cerchi. Pues bien, una vez adentro era todo lo mismo, y uno podía moverse con libertad por las 96 columnas de ancho. Los instrumentos y demás equipos presentes sobre el escenario se encontraban totalmente cubiertos por lonas, al reparo de la implacable lluvia.

Organigrama provisto por la producción para el ingreso del público al Circo Massimo

A ambos costados de las plateas, inmediatamente antes de las escaleras de ascensión hacia las partes superiores, corrían dos pasillos que pueden asemejarse a la pista atlética de un estadio. Estos dos pasillos estaban completamente inundados por la lluvia. Y no solo eso. Algunas filas de asientos, sobre todo de las columnas 1 a la 16, se encontraban situados directamente bajo agua.

No sin sorpresa atestigüé todos estos inconvenientes técnicos, y di unas vueltas por el baño y otros lugares dado que faltaba aún más de una hora para la hora anunciada del inicio del show. En un momento di un paso en falso y terminé con los pies completamente sumergidos en el agua. Eso me costaría caro más adelante.

Cubierto de agua, el corredor izquierdo no estuvo nunca disponible la noche del 3/10/24. Se aprecian además las columnas 1 a 9 cubiertas de agua - Foto de autor
Hasta ese momento no tenía ninguna certeza de si el concierto se iba a realizar o no. No quise preguntarle a ninguna de las personas con chaleco que vi pasar, porque mi experiencia profesional en la organización de eventos me sugiere que esas personas saben menos de la situación general que un espectador perspicaz. Finalmente a la hora 21, hora en que debía comenzar el show, la lluvia milagrosamente cesa. Acto seguido por los altavoces anuncian que el show efectivamente se hará, y mientras inician a levantarse las columnas de sonido, la gente comienza a vitorear por primera vez.

Aproximadamente a las 21:30 horas ya está todo listo sobre el escenario. No así sobre las primeras columnas (1 a 16) de plateas. Allí el agua no cede, y pese a los camiones que extraían con bombas todo lo que podían, los asientos permanecían inhabilitados para cientos de espectadores que, ante la poca respuesta de los organizadores, se dispersaban más o menos por los pasillos y otros sectores aledaños.

Columnas 1 a 16 inundadas, gente observando el show de a pié - Foto del autor
Sin atender mucho por el momento los disturbios que acontecían a mi izquierda, me detengo a observar el inicio del show. Mi posición privilegiada en la séptima fila, columna central, me permitió observar por primera vez en mi vida a uno de mis máximos ídolos musicales. Desde allí se veía como el mortal que es. Desde allí no había épica que obstaculizara la realidad de que, antes de iniciar a tocar, se encontraba ya allí acomodando sus cositas. Un velador que quizás estaba muy alto, con una acomodada da menos fastidio. El termo con el té se deja a un costadito, un ajuste en cierto pedal y a alzarse la guitarra para los primeros acordes de 5 AM, el instrumental del disco del 2015 que se solapa con el instrumental del disco actual, Black Cat, que sirven como binomio introductorio a la velada musical.

Estos temas tranquilos, sobre todo los del flamante disco, en vivo suenan increíblemente distinto. Los efectos, detalles y texturas son activadas por los tecladistas y replicadas por parlantes de brillante y exquisito sonido. La calidad técnica de todo el recital es superlativa e inmejorable. Al mismo nivel está el show visual, que si bien no tiene comparación con las murallas de leds de los artistas mainstream de hoy, el criterio y el buen sentido estético de sus hacedores permitieron al público, sobretodo el de los asientos intermedios, disfrutar de un espectáculo de gran belleza.

3/10/24 Interpretando Sorrow - Foto del autor

Como advertí al inicio de este relato, no voy a describir la selección de temas ni hablar del aspecto musical porque ya hay bastante material al respecto en blogs y videos de recesiones en youtube. Solo diré muy brevemente que es evidente que los años pasan, y que un músico de 78 años se encuentra ya al límite de sus prestaciones musicales. Sólo conozco un caso de un artista que me sorprende al día de hoy cómo hace para tocar tan bien, y es Hugo Fattoruso, que con sus 81 años sigue tocando asiduamente (¡y no cada nueve años!) y haciendo giras con diversos músicos.

Dave le pifia no sólo a algunas notas vocales sino también a algunas notas con la guitarra. Pero en verdad a nadie le importan esos pifies. El grupo casi familiar que armó para esta gira suena impecable, él aún tiene voz y se decide a cantar así como está, sin hacer playback, y el sonido que le saca a las guitarras sigue conmoviendo y haciendo feliz a todo quien lo escucha. Y eso es en definitiva lo que importa.

Sobre la dupla organizativa me quedan algunas dudas sobre su capacidad. Según se lee en su sitio web no es la primera vez que organizan algo en el Circo Massimo, por ende deben saber de sobra hacia dónde va el agua cuando llueve y adónde se acumula. Los charcos que duraron hasta el otro día del evento demuestran que no estuvieron a la altura de las circunstancias. Y no sólo eso. No tuvieron tampoco respuesta ante las inquietudes de quienes se quedaron sin su asiento. Jamás reubicaron a aquellas personas, jamás movieron esas sillas hacia sectores no inundados. Simplemente no hicieron nada.

Al final, promediando el anteúltimo tema, (no quiero equivocarme pero creo que era Sings, del último disco), toda esa gente harta de observar el recital a pie habiendo pagado una silla, comienza un avance hacia la valla delantera. Al principio los encargados de la seguridad intentaron evitar esto pero inmediatamente más gente se sumó a la avanzada, logrando copar todo el sector delantero para apreciar Comfortably Numb y despedir al gran Gilmour como se merece. Mientras los lásers verdes acompañaban las emocionantes notas de guitarra, una leve llovizna comenzaba. Parecía haber terminado la tregua con el cielo, y a modo de regalo las gotas se combinaron con los lásers provocando un efecto único, imposible de planificar. El mejor final para una noche inolvidable.

*    *    *

4/10/24 - 3 AM: el charco sobre las columnas 1 a 16 continúa. Foto de autor

EPÍLOGO
Las siguientes tres horas me dediqué a caminar por las vacías calles de Roma con los pies fríos y mojados. Después de buscar infructificadamente un bar abierto, decidí volver al lugar que me había hecho feliz horas atrás. Encontré a una cuadrilla de operarios desmontando velozmente todos los vestigios del evento.  El charco sobre las primeras columnas de la izquierda continuaba allí, algo que ninguna bomba succionadora pudo solucionar.

5 de octubre de 2024

Gilmour a Roma

Cronaca di una fugace visita a Roma per rivedere il buon vecchio David Gilmour

Concerti storici. Anche se questo tour è composto da 21 o forse più spettacoli, e chi scrive ne vede a malapena uno, i ritorni dei grandi storici del rock del XX secolo sono classificati come concerti storici per quell'ampia generazione di persone che sono cresciute ascoltando e vivendo ogni giorno e momenti con quella musica, ma che la assistiamo raramente o mai nella nostra vita mondana.

Da Agustin Natansohn, per gli amici della vita e del mondo

Sapendo che questi sono gli ultimi pedine dei grandi artisti del secolo scorso, i ritorni di questo secondo decennio del XXI secolo hanno una certa dose di nostalgia anticipata. Ci piace il fatto che siamo vivi per testimoniarli e che loro sono vivi per continuare a darci la loro musica.

3/10/24 - Interpretazione di Fat Old sun - Foto dell'autore

Nel caso particolare di David Gilmour, chitarrista della leggendaria band Pink Floyd, la sua carriera professionale in quest'epoca di ritorni è scandita da tre produzioni soliste, che nell'arco di nove anni tra ciascuna di esse, nutrono il suo repertorio live insieme ad alcuni classici del gruppo: On an island (2006), Rattle that lock (2015), e il presente Luck and strange (2024). Non è un fatto secondario sottolinearlo. A differenza di altri artisti storici che approfittano ogni anno (o ogni cinque anni, a seconda dei casi) per incrementare le proprie casse con tours mondiali, le giri di Gilmour sono sempre state in sintonia con le sue nuove produzioni musicali, alcune discrete ma sempre all'altezza il grande di cosa si tratta, e la sua vocazione di compositore in continua creazione. Quindi coloro che hanno desiderato vederlo nel corso degli anni hanno sempre dovuto attendere cicli di nove anni per vederlo in azione. Il tour del suo ultimo album Luck and Strange, logicamente più breve e limitato di tutti i precedenti vista l'età avanzata (78 anni), era stato annunciato lo scorso maggio con date a Roma, Londra, Los Angeles e New York. L'unico sito scelto nell'Europa continentale, che è anche l'unico luogo all'aperto dei cinque che compongono il tour, è il Circo Massimo, situato nella capitale italiana, Roma.

ATTENZIONE – Questa cronaca ha lo scopo di recuperare alcuni aspetti personali, sociali e organizzativi dell'evento. Chi vuole leggere una valutazione musicale consiglio di visitare i tanti commenti su YouTube. La mia esperienza è condizionata da chi sono, sorry.

Quando ho saputo di questo tour di concerti, nel giugno del 2024, il sito ufficiale per la vendita dei biglietti a Roma - ticketone.it - ​​diceva già Sold Out per tutte e sei date. Le vendite erano avvenute a maggio! Avevo scoperto un po' tardi che il vecchio Dave sarebbe tornato sulle piste.

Ecco come appariva il Colosseo la sera dopo il recital - Foto dell'autore

Tuttavia non mi è mai passato per la mente di non partecipare. Ero sempre disposto a recarmi a Roma per due o tre notti senza biglietto per vedere cosa poteva emergere girovagando per il posto. Alla fine non ce n'è stato bisogno perché, entrando giorno dopo giorno nel sito, ho scoperto non solo che era disponibile per l'acquisto un posto nella fila 6, ma che in alcuni giorni venivano addirittura liberati interi blocchi di posti! Ho contato 107 posti disponibili in un giorno. Se questo ti interessa, continua a leggere perché tornerò su questo argomento più tardi.

Avendo già assicurato il mio ingresso, nei giorni precedenti mi sono dedicato ad una serie di movimenti pre-agonistici, esercizio frequente quando si ha un appuntamento con la storia (almeno con la propria). Il primo è stato ascoltare intensamente il nuovo album. È discreto, suona molto bene e ha tra i suoi punti forti l'inclusione creativa della sua figlia Romany, che l'accompagna vocalmente e occupa un posto di primo piano nella canzone Between two points, cover di una canzone degli anni Novanta del duo Montgolfier Brothers (forse l'unica cover nella storia di questo artista?). Il blues che dà il nome all'album non mi dice molto, e l'inserimento di brani di tastiera del compianto Wright (tastierista dei Pink Floyd, per chi non lo sapesse) suona più come una scusa commerciale che come una necessità creativa.

Targa che annuncia tutte le date del tour

Un'altra mossa preliminare è stata quella di studiare la location. L'uso contemporaneo del Circo Massimo ha una lunga tradizione nella congregazione delle persone. Dal suo recupero come spazio pubblico, negli anni '30, è stato utilizzato come sede di eventi pubblici, di beneficenza e di recital di ogni genere, questi ultimi frequenti qui dagli anni '70 ad oggi. Tra quelli che vorrei sottolineare ci sono il tour dei Genesis nel 2007, poiché lì è stato girato When in Rome, e le apparizioni anche degli inglesi Rolling Stones e Roger Waters. Nel precedente tour di Gilmour, Rattle That Lock, si è esibito in questa sede il 2 e 3 luglio 2016.

L'organizzatore dell'evento, autore anche di alcuni dei suddetti spettacoli svoltisi nello stesso Circo Massimo, è la ditta D'alessandro & Galli. Lo cito perché in seguito queste informazioni diventeranno importanti.

Infine, ho innaffiato le mie notti precedenti rileggendo l'unico libro che secondo me vale la pena leggere su quel particolarissimo fenomeno che furono i Pink Floyd, Inside Pink Floyd, del batterista del gruppo, Nick Mason, pubblicato nel 2004. (In inglese è pubblicato come Inside Out: A Personal History of Pink Floyd).

Perché dico che fu un fenomeno particolare? Perché trascende la musica. Questo gruppo era innovativo in tutto, non solo nella musica. La lettura del libro è stata una buona occasione per rinfrescare alcune nozioni generali sul perché questo gruppo sia stato, per la storia della cultura del sicolo XX, qualcosa di più di un gruppo rock.

Principalmente, e soprattutto per non dilungare troppo questo articolo, si può dire che la preoccupazione fondante del gruppo di offrire uno spettacolo completo (esperienza visiva, sonora e in alcuni casi anche fisica), e la perseveranza del gruppo nel mantenere questa premessa negli anni, lo ha portato a superare barriere inimmaginabili. C'è anche il fattore idoneità/fortuna. Il contratto con la EMI stipulato nel 1968, forse frutto dei contatti giusti nel posto giusto della storia, al momento giusto, fece sì che il gruppo acquisisse le riprese permanenti un anno dopo la sua creazione e avesse a disposizione un'intera struttura creativo ed economico che ha permesso di svilupparsi come tale. E da lì in poi. Ma questi ragazzi non si accontentavano di fama e denaro. Non si sono stancati di reinvestire queste risorse alla ricerca di nuovi orizzonti creativi, ed è ciò che alla fine dà loro la grandezza e l'importanza che, in prospettiva, finiscono per ottenere per i posteri, se si tratta della storia della cultura del XX secolo.

Da questa preoccupazione per lo spettacolo globale di un gruppo di studenti di architettura che volevano affermarsi più che tecnicamente, è nata un'azienda creativa che crescerà negli anni, senza mai smettere di investire in attrezzature, suono, esperimenti, in viaggi, in lunghe tournée e squadre di supporto. Le incursioni con il teatro, l'opera e i contatti con il cinema sono ciò che arricchisce l'arte che valorizza l'intenso lavoro in studio di questo gruppo creativo. 

Senza Waters dal 1985, e potenzialmente inattivo dal 1995, salvo sporadici ritorni, il gruppo in quanto tale non esiste più. Ha completato un grande ciclo ed è passato alla storia. Tuttavia, parte di questa magia, parte di questa preoccupazione per lo spettacolo integrale, può ancora essere percepita e goduta nelle mostre personali di Gilmour e Waters. Motivo per cui frequentare la Roma aveva una connotazione del tutto speciale.

3/10/24 Interpretazione di High Hopes - Foto dell'autore

*    *    *

Vivo a Bergamo da un anno e lavoro in un bar. È una città del nord Italia di medie dimensioni, a 45 chilometri da Milano. Come tutti noi che facciamo parte del settore gastronomico, richiedere una giornata nel weekend a è quasi impossibile, riservata solo a cause di forza maggiore. Fortunatamente, ho notato che le date scelte da Dave erano venerdì, sabato, domenica, martedì, mercoledì e giovedì. Di solito ho un giorno libero il giovedì e coincideva con l'ultima presentazione delle sei. Ho pensato che sarebbe stata una buona idea allora scegliere quella data, il 3 ottobre, che sarebbe stata anche l'ultima, con tutto ciò che ciò comporta: il suono sarebbe arrivato già accordato, Dave sarebbe già stato d'accordo, e se ci fossero qualche bis in più o qualche apparizione stellare, forse è successo proprio quell'ultimo giorno. Il mio piano quindi era di andare a Roma sulla frecciarossa alle 14 dello stesso giovedì, arrivare verso le 18 al Circo Massimo, godermi l'evento e, dopo una passeggiata notturna, prendere il primo treno mattutino il venerdì per rientrare a Milano prima di mezzogiorno, arrivo a Bergamo verso mezzogiorno per una nuova giornata lavorativa.

Mentre finivo di leggere il libro di Nick, e nonostante avessi già il biglietto per giovedì 3, andavo quasi quotidianamente (e in alcuni casi più di dieci volte al giorno) sul sito di Ticketone. Non cercare di capire perché. La mia curiosità, il mio passato da produttore di eventi, il mio istinto, sono cose che insieme formano qualcosa di ossessivo e strano che non ha spiegazioni. Sono un ostinato collezionista di informazioni senza alcun uso specifico. Sono rimasto molto colpito nel vedere così tanti posti disponibili. Il più delle volte all'alba. Ci sono persone che sistematicamente acquistano un intero blocco di bancarelle per poi restituirle se non le vendono? Sono gli stessi che, quando sono esauriti, vendono i biglietti a 600 euro, quasi il triplo del loro valore originale? Gli organizzatori lo sanno e non fanno nulla?

Mentre che si svolgevano i primi spettacoli, guardavo video, leggevo cronache e commenti su come si stava sviluppando tutto. Tante cose positive, qualche commento lamentoso sulla voce già risentita di Dave, e qualche sbaglio: domenica, quando avrebbe dovuto suonare la sua lap steel per iniziare l'assolo di High Hopes, lo strumento non emetteva alcun suono. Operatore che risolve, ancora un giro e problema risolto. Altri si sono lamentati del fatto che le telecamere che hanno filmato i concerti (del primo e del secondo giorno, e infine anche del 3) erano proprio davanti ai loro posti.

Con questi punti positivi e con la paura di ritrovarmi davanti a un cameramen, ho iniziato ad osservare 4 giorni prima che giovedì fosse in vista la pioggia. Avendo già sperimentato la necessità di momenti all’aperto senza pioggia (in passato ho organizzato festival all’aperto), ho capito subito che era ancora troppo presto per allarmarsi. Ho iniziato a cambiare la mia abitudine di ispezione da Ticketone a siti come Windguru, Accuweather e tutti i siti meteorologici. In due giorni le previsioni di pioggia leggera si sono trasformate nella possibilità di un acquazzone eccezionale giovedì pomeriggio. Miracolosamente tutte le previsioni davano la fine della pioggia proprio all'ora dell'evento (ore 21).

Nel pomeriggio piovoso di giovedì sono finalmente partito in treno da Bergamo a Milano, dove ha anche piovuto, e poi ho iniziato il viaggio verso Roma. Il treno ha subito un ritardo di oltre un'ora per motivi a me sconosciuti, arrivando nella capitale italiana dopo le 19.00. Pioveva molto ma ancora non potevo confermarlo di persona, dato che senza uscire alle intemperie ho preso la metro a Termini fino al Circo Massimo. Quando sono sceso dall’vagone pienissimo è iniziata per me l’esperienza Gilmour 2024.

*    *    *

All'interno della stazione della metro Circo Massimo c'erano centinaia di persone che indossavano magliette e felpe dei Pink Floyd. Non è uno spazio molto grande, è costituito solo da una manciata di metri quadrati tra la piattaforma e i tornelli, e tra questi e la scala piastrellata bianca che ti deposita direttamente su Viale Aventino. Quello che ho capito subito è che tutta quella gente era affollata lì perché fuori pioveva a dirotto. Mi ci sono voluti quasi tre minuti per superare la folla di persone. Per fortuna avevano tutti un aspetto molto allegro, molti fumavano o bevevano qualcosa. In sostanza, l'atmosfera tipica del pre-recital.

Il fatto di essere appena arrivato a Roma mi ha impedito di aspettare lì. Volevo entrare nel posto il prima possibile. Vedere le cose. Rimanere lì il più a lungo possibile, che piovesse o no. Quindi ho attraversato il suddetto viale verso l'incrocio con Via del Circo Massimo, quella dove secondo la mia posizione dovrebbe andare per entrare.

Chi di noi spende qualche soldo per il biglietto spera, quando arriva ad un concerto, che ci sia un minimo di controllo e di infrastrutture che rendano utile il fatto di aver pagato. Forse era stato così anche nelle cinque notti precedenti. Ma stasera non è stato così. L'alluvione ha tolto la serietà dell'ingresso. Avrei potuto farlo con un foglio A4 bianco che non ha fatto differenza. Superati due gazebo di controllo, era necessario scendere una vecchia scalinata non molto grande che porta direttamente nella parte bassa del Circo Massimo, una sorta di cavità a forma di U allungata. La scala era più che altro una cascata, e da lì Verso il posto di controllo successivo c'erano circa 30 metri di pozzanghere che dovevano essere superate con particolare attenzione.

Una volta dentro ho deciso di comprare una maglietta per un motivo molto particolare di cui ora non vi parlo per non soffermarmi su questo. Per me è stato abbastanza difficile farlo perché dovevo tenere l'ombrello con una mano. Mi sono quindi diretto al mio posto, constatando con disappunto che non vi era alcun tipo di controllo su tutto il campo. Chiunque poteva sedersi dove voleva, sia in prima fila che in fondo, correndo ovviamente il rischio di incontrare chi aveva acquistato quel posto, ma lasciando al caso anche la possibilità di occupare un posto privilegiato senza averlo pagato. Prima dello spettacolo, la società organizzatrice che ho già citato ma che rifarò, D'alessandro & Galli, si è occupata di inviare email a tutti gli acquirenti dei biglietti, avvisando che le colonne da 1 a 48 dovevano entrare da Via del Circo Massimo, e dal 49 al 96 lungo Via dei Cerchi. Ebbene, una volta dentro era tutto uguale e ci si poteva muovere liberamente attorno alle 96 larghe colonne. Gli strumenti e le altre attrezzature presenti sul palco erano completamente coperti da teloni, al riparo dalla pioggia incessante.

Organigramma fornito dalla produzione per l'ingresso del pubblico al Circo Massimo

Su entrambi i lati della platea, immediatamente prima delle scale che portavano alle parti superiori, c'erano due corridoi che possono essere paragonati alla pista di atletica di uno stadio. Questi due corridoi sono stati completamente allagati dalla pioggia. E non solo. Alcune file di sedili, in particolare le colonne da 1 a 16, si trovavano direttamente sott'acqua.

Non senza sorpresa ho assistito a tutti questi problemi tecnici, e ho camminato in giro per il bagno e in altri posti poiché mancava ancora più di un'ora all'orario di inizio annunciato dello spettacolo. Ad un certo punto ho fatto un passo sbagliato e mi sono ritrovato con i piedi completamente immersi nell'acqua. Ciò mi costerebbe caro in seguito.

Coperto d'acqua, il corridoio di sinistra non è mai stato percorribile la notte del 3/10/24. Si possono vedere anche le colonne da 1 a 9 coperte d'acqua - Foto dell'autore
Fino a quel momento non avevo la certezza se il concerto si sarebbe svolto oppure no. Non ho voluto chiedere a nessuna delle persone in canottiera che ho visto passare, perché la mia esperienza professionale nell'organizzazione di eventi suggerisce che queste persone sanno meno della situazione generale di uno spettatore perspicace. Finalmente alle 21, ora in cui avrebbe dovuto iniziare lo spettacolo, la pioggia cessa miracolosamente. Subito dopo gli altoparlanti annunciano che lo spettacolo avrà effettivamente luogo e, mentre le colonne sonore cominciano ad alzarsi, la gente inizia ad applaudire per la prima volta.

Verso le 21:30 è tutto pronto sul palco. Non così sulle prime colonne (da 1 a 16) della platea. Lì l'acqua non cede, e nonostante i camion che hanno estratto con le pompe tutto quello che potevano, i posti sono rimasti indisponibili per centinaia di spettatori che, vista la scarsa risposta degli organizzatori, si sono dispersi più o meno per i corridoi e gli altri settori circostanti.

Colonne dalla 1 alla 16 allagate, gente che guarda lo spettacolo a piedi - Foto dell'autore
Senza prestare molta attenzione per il momento ai disordini che accadevano alla mia sinistra, mi sono fermato a guardare l'inizio dello spettacolo. La mia posizione privilegiata in settima fila, colonna centrale, mi ha permesso di osservare per la prima volta nella mia vita uno dei miei più grandi idoli musicali. Da lì sembrava il mortale che è. Da lì in poi non c'era epica che potesse ostacolare la realtà che, prima di iniziare a suonare, lui era già lì a sistemare le sue piccole cose. Un comodino forse troppo alto dà meno fastidio quando è sistemato. Si lascia da parte il termo con il tè, si aggiusta un certo pedale e la chitarra si alza per i primi accordi di 5 AM, la strumentale dell'album del 2015 che si sovrappone alla strumentale dell'album attuale, Black Cat, che funge da introduzione abbinamento alla serata musicale.

Queste brani tranquille, specialmente quelle del nuovissimo album, suonano incredibilmente diverse dal vivo. Gli effetti, i dettagli e le trame vengono attivati ​​dai tastieristi e replicati da altoparlanti dal suono brillante e squisito. La qualità tecnica dell'intero recital è superlativa e imbattibile. Allo stesso livello è lo spettacolo visivo, che, sebbene non abbia paragoni con i LED wall degli artisti mainstream di oggi, il giudizio e il buon senso estetico dei suoi creatori ha permesso al pubblico, soprattutto a quelli dei posti centrali, di godersi uno spettacolo di grande bellezza.

3/10/24 Interpretazione di Sorrow - Foto dell'autore

Come ho avvertito all'inizio di questa storia, non descriverò la selezione delle canzoni né parlerò dell'aspetto musicale perché c'è già abbastanza materiale a riguardo nei blog e nei video sulla recessione su YouTube. Dirò solo molto brevemente che è evidente che gli anni passano, e che un musicista di 78 anni è già al limite della sua performance musicale. Conosco solo un caso di artista che oggi mi sorprende come riesca a suonare così bene, e si tratta dall'uruguaiano Hugo Fattoruso, che a 81 anni continua a suonare regolarmente (e non ogni nove anni!) e in tournée con vari musicisti.

Dave sbaglia non solo alcune note vocali ma anche alcune note di chitarra. Ma a nessuno importa davvero quelle errori. Il gruppo quasi familiare che ha messo insieme per questo tour suona in modo impeccabile, ha ancora la voce e decide di cantare così com'è, senza playback, e il suono che esce dalle chitarre continua a commuovere e a rendere felice chiunque lo ascolti . E questo è in definitiva ciò che conta.

Per quanto riguarda la coppia organizzativa, ho qualche dubbio sulla loro capacità. Secondo quanto si legge sul loro sito, non è la prima volta che organizzano qualcosa al Circo Massimo, quindi devono sapere molto bene dove va l'acqua quando piove e dove si accumula. Le pozzanghere che durarono fino al giorno successivo all'evento dimostrano che non furono all'altezza della situazione. E non solo. Inoltre non hanno avuto risposta alle preoccupazioni di coloro che sono rimasti senza posto. Non hanno mai spostato quelle persone, non hanno mai spostato quelle sedie in aree non allagate. Semplicemente non hanno fatto nulla.

Alla fine, a metà della penultima canzone, (non voglio sbagliarmi ma credo che fosse Sings, dell'ultimo album), tutta quella gente stanca di assistere al saggio a piedi avendo pagato una sedia, inizia un avanzare verso la recinzione anteriore. Inizialmente gli addetti alla sicurezza hanno cercato di impedirlo ma subito altre persone si sono unite all'avanzata, riuscendo a coprire l'intero settore del fronte per apprezzare Comfortably Numb e salutare il grande Gilmour come merita. Mentre i laser verdi accompagnavano le emozionanti note della chitarra, cominciò una leggera pioggerellina. La tregua con il cielo sembrava essere finita, e in dono le gocce combinate con i laser provocano un effetto unico, impossibile da progettare. La migliore conclusione di una notte indimenticabile.

*    *    *

4/10/24 - 3 AM: la pozza sulle colonne da 1 a 16 continua - Foto dell'autore

EPILOGO
Le tre ore successive le trascorsi camminando per le strade vuote di Roma con i piedi freddi e bagnati. Dopo aver cercato inutilmente un bar aperto, ho deciso di tornare nel posto che mi aveva reso felice ore prima. Ho trovato una squadra di operai che smontava velocemente tutte le vestigia dell'evento.  La pozzanghera sulle prime colonne a sinistra era ancora lì, cosa che nessuna pompa di aspirazione avrebbe potuto risolvere.

4 de junio de 2009

Qué paso?

¿Pero qué es lo que veo?! El último post del sitio data de Agosto del año pasado!
Ya pasaron... nueve meses! Oh sí, matón podría haber tenido un hijo y nadie de ustedes se hubiera enterado!
Pero qué va a tener un hijo, si apenas se mantiene en pié...
Saldrá el tercer número? Sólo Salvador Ferrea lo sabe. Las ganas están.
Mientras tanto deléitense con los dibujos que hay en su blog.

11 de agosto de 2008

El polirrubro de Quique

Les presentamos a un nuevo personaje que aparecerá en la Matón 3. Es Quique, el quiosquero malaonda. Comenzarán a ver sus aventuras a partir del tercer número del fanzine. En la imagen lo vemos en su posición normal, leyendo el diario Clarín y tirándose pedos, sin importarle si hay alquien esperando a ser atendido. Dibujo de Salvador sobre un fondo de Agustín.

30 de julio de 2008

Estos globos de mierda...

Esta histoerieta de una página es un adelanto de la Matón 3 que saldrá el próximo mes, coloreada arbitrariamente para la ocasión (el fanzine sigue siendo en negro y el blanco del papel).
En un estudio realizado, dió que el %85 de los que leen esta historieta no la entienden. Si sos parte de ese porcentaje entendé que los globos están mal a propósito.

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons